lunes, 10 de julio de 2006

Isaías 6:1-10

Ayer, mientras la gente veía la final Italia-Francia, tuve el privilegio de predicar en la Iglesia Bautista China de Barquisimeto.

El pasaje leído fué, el llamamiento de Isaías.

Mientras el pueblo de Jerusalen tenía su atención puesta en el nuevo rey en la casa de David, Isaías veía, escuchaba y sentía la Presencia del Santo, Santo, Santo el Verdadero Rey en la verdadera Casa.

Isaías sintió verguenza y temor.

Dios atendió la necesidad de su siervo con la acción purificadora de la brasa tomada del altar.

Nótese que se implica el sacrificio.

Ahora Isaías tiene el valor y la dignidad necesarios para responder al llamado del Señor: llevar un mensaje de juicio a un pueblo que no ve porqueno tiene fe, no oye porque no quiere obedecer y no siente la Presencia porque está muy lejos de Dios.

Jesús usó este pasaje pero como El no vino para condenar al mundo, enseño que su propósito
era "que se conviertan y yo los sane..."