lunes, 23 de octubre de 2006

Obrero aprobado

Ayer en la Iglesia bautista China de Barquisimeto hablamos sobre el capítulo 2 de la segunda carta a Timoteo.
Lo enfocamos de modo practico: Como ser un obrero aprobado.

El primer consejo de Pablo aquí es tomar fuerzas del amor de Dios manifestado en Jesucristo. Pero teniendo encuenta que no debemos enredarnos en intereses personales ajenos a nuestra tarea.

Al considerar como Jesucristo enfrento penalidades para cumplir su tarea de amor, tendremos la confianza necesaria para trabajar por amor a El.

Debemos obedecer a Cristo y recordar que Dios nos conoce, pero si queremos que otros conozcan a Dios por medio de nuestra labor debemos alejarnos de toda clase de maldad.

En este pasaje Pablo presenta al cristiano bajo las metáforas de soldado, atleta y labrador:
Si quieres victoria y cosechar el fruto, atiende estos consejos.

domingo, 8 de octubre de 2006

Honor y Verguenza

Esta mañana fuí bendecido con la oportunidad de predicar en la iglesia evangélica El Buen Pastor de Barquisimeto, agradezco a todos los hermanos por permitirme compartir con ellos.

El tema de la predicación lo tomé del evangelio de Juan, capítulo 4: Jesús y la mujer samaritana.
Usé algunas ideas de los estudiosos del antiguo mediterráneo, sobre los conceptos de honor y verguenza como herramienta para entender la delicada situación descrita en este pasaje.

Es notable el completo desprecio que el Señor muestra a los prejuicios culturales de entonces y su sabia manera de tratar con la necesidad espiritual de esta mujer, no obstante que ella se muestra tan atada a su cultura que intenta poner a Jesús en dificultades (¿acaso eres tu mayor que nuestro padre Jacob?...), casi al estilo fariseo.

La transformación en la actitud y acción de la mujer ante la Revelación de Jesús: "Yo soy, el que habla contigo ...", es tambien digna de meditarse.

Los venezolanos no vivimos en una cultura de honor y verguenza, sino en una cultura anómica, de los llamados "vivos" (sinverguenzas). Sería útil que los cristianos examinaramos que tan atados estamos a prejuicios y estratagemas culturales destructivas y si podemos decir con el Señor: gloria(honor) de hombres no recibo sino la que viene de Dios. Debemos pensar tambien que tras la apariencia despreocupada de muchos de nuestros conciudadanos se esconden el temor, la verguenza y la desorientación moral. Tambien para ellos es el ofrecimiento de Jesús, el Agua de Vida que satisface la sed mas honda y nos transforma en fuentes de vida para los que estan en necesidad.