domingo, 8 de octubre de 2006

Honor y Verguenza

Esta mañana fuí bendecido con la oportunidad de predicar en la iglesia evangélica El Buen Pastor de Barquisimeto, agradezco a todos los hermanos por permitirme compartir con ellos.

El tema de la predicación lo tomé del evangelio de Juan, capítulo 4: Jesús y la mujer samaritana.
Usé algunas ideas de los estudiosos del antiguo mediterráneo, sobre los conceptos de honor y verguenza como herramienta para entender la delicada situación descrita en este pasaje.

Es notable el completo desprecio que el Señor muestra a los prejuicios culturales de entonces y su sabia manera de tratar con la necesidad espiritual de esta mujer, no obstante que ella se muestra tan atada a su cultura que intenta poner a Jesús en dificultades (¿acaso eres tu mayor que nuestro padre Jacob?...), casi al estilo fariseo.

La transformación en la actitud y acción de la mujer ante la Revelación de Jesús: "Yo soy, el que habla contigo ...", es tambien digna de meditarse.

Los venezolanos no vivimos en una cultura de honor y verguenza, sino en una cultura anómica, de los llamados "vivos" (sinverguenzas). Sería útil que los cristianos examinaramos que tan atados estamos a prejuicios y estratagemas culturales destructivas y si podemos decir con el Señor: gloria(honor) de hombres no recibo sino la que viene de Dios. Debemos pensar tambien que tras la apariencia despreocupada de muchos de nuestros conciudadanos se esconden el temor, la verguenza y la desorientación moral. Tambien para ellos es el ofrecimiento de Jesús, el Agua de Vida que satisface la sed mas honda y nos transforma en fuentes de vida para los que estan en necesidad.